En clases de Acuarela VII

Bueno soñadores, ya estamos a mitad de semana...y hoy vengo a traerles una nueva entrada acerca de lo que me gusta llamar "Mi experiencia Acuarelística", en esta ocasión se trata de algo bastante especial.

Primero me gustaría contarles que he tenido que cambiarme del centro en el que he estado estos meses realizando el taller para otro porque me era incompatible con el horario de clases de este segundo cuatrimestre...tiene como todo, sus puntos positivos y negativos. Sigo con el mismo profesor que antes (Bien!) y tengo naturalmente nuevos compañeros (en general más jóvenes, y se nota, porque la clase es bastante más animada XD, aunque yo echo de menos también a los de antes) pero por otra parte la clase es más tarde y justo después de otra clase en la uni, por lo que tengo que salir disparada a coger la guagua, aunque afortunadamente está muy cerca. Lo malo es que es en una zona en la que hace mucho frio!!! y me congelo cada vez que salgo y tengo que esperar unos 20 minutos a que venga la guagua que necesito...muerte por congelamiento T.T. 

Bueno, me pongo con lo importante, la acuarela de esta ocasión es la primera que he pintado desde el natural y no basándome en el trabajo de algún artista, por lo que ha sido una experiencia realmente interesante y además, divertida. Quiso la casualidad que otras dos compañeras tuvieran que empezar el trabajo al mismo tiempo, así que nos dejamos llevar por la propuesta del profesor de pintar estos preciosos claveles.

Para empezar el profesor nos enseño una técnica que consiste en humedecer el papel en la zona en la que están ubicadas las flores y después poner color con muuuuucha agua...la verdad es que fue un poco desastre, como pueden ver XD. Se nos formaron unas piscinas enormes y el color hizo lo que le dio la gana...pero al final al final, salió algo bonito (¡aunque no se lo crean!)

Naturalmente y con tanta agua hay que esperar una eternidad a que se seque, pero mientras tanto se pueden ir pintando otras partes del conjunto siempre  teniendo muchísimo cuidado en no mezclarlo con otros colores porque si no...la armamos.

Y cuando se secan las manchas tenemos este resultado, es muy curioso e impredecible, y nos permite tener una base para después aplicar los detalles del dibujo propio de la flor, los distintos tonos, etc.

Otro de los temas sin tocar es el del cristal, pero creo que más o menos dio un buen resultado para ser el primer intento. Usando un poco de azul y verde oscurecido con gris.

Y poco a poco y como sucede con la acuarela vamos yendo de lo general a los detalles, acercándonos cada vez más al resultado final. Con paciencia y desde lo claro a lo oscuro.

Y ahí al lado mi fiel paleta (que no la lavo desde que la compré hará unos once años...en serio, no es broma) y el increíblemente sucio trapo que uso para todos mis trabajos de pintura...(que tampoco se lava...jum, ¿que cochina no? ahora me doy cuenta XD...en realidad es porque les da personalidad...ejem)

Para terminar las flores hice trazos pequeños, intentando imitar los pétalos característicos de los claveles...bueno, no está mal, tampoco es que suela pintar muchas flores, de hecho, me suelo centrar en los paisajes que es lo que más me gusta.

También pueden ver las manchas en el fondo propias de haberse puesto a echar pintura y agua a lo loco...XD. Pero le otorga cierto "punto".

Y por último pero no menos importante...el resultado final

Espero que les haya gustado

Y eso es todo por hoy, nos leemos el viernes seguramente con la cuasi-reseña de La leyenda del Rey Errante, otro de mis grandes pendientes y de mi autora favorita en el mundo mundial, Laura Gallego García ;)

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